20 marzo 2009

Merci

Camino por la calle, un perro vagabundo me sigue. Hay un ciento de personas aquí afuera y el perro a decidido seguirme a mí. No me pide nada, ni siquiera intenta manifestarse, sólo se limita a repetir mis pasos detrás de mí, a un par de metros de distancia, para después instalarse a la par, como si nos conociéramos de toda la vida, como si fuera la cosa más normal del mundo. Nos damos una mirada rápida, casi de reojo, sólo para cerciorarnos que el otro sigue allí.

Ser elegido es una de las cosas más bellas que nos puede pasar.

1 comentario:

Angelica Jensen dijo...

Si ser elegida para la compañia es algo bello....pero

Recuerdo que en Chile estaba en la feria de mi barrio y había mucha gente y se acercó un perro para mearme la pierna....siempre me pregunté porque a mí????...no es lo mismo pero....

Saludos!