14 febrero 2009

¡Peligro!

Someterse al amor y dar rienda suelta a la pasión, es un acto por lo menos peligroso. Incluso más que lanzarse de un avión con un paracaídas defectuoso, o conducir ebrio a más de chorrocientos kms por hora y sin cinturón de seguridad. En estos casos, lo más probable es que te vayas al patio de los callados sin siquiera enterarte, así que malo no es. En cambio, si de amores se trata corres el riesgo de quedar malherido y con nulas posibilidades de hospitalización. No hay cura alguna para corazones rotos, ni médicos que digan : "Oiga, le vieron la cara de imbécil, tómese estas pastillitas cada 6 horas, le sentarán de maravilla" o " Ey, señorita, su novio la cambió por otra chica que está mucho más rica, así que le vamos a aplicar este suero y saldrá de aquí irradiando felicidad".
-
No. Te cagas y punto.
-
Por esto y como buena cobarde que soy, procuro irme siempre con sumo cuidado. Sin embargo, también creo que existen personas por las que vale la pena correr el riesgo. Confiar, entregarse, dejarse llevar, dar.
.
Dar, no sólo recibir.
..
Sí, definitivamente hay personas que lo valen. Y si no, pues es que valen callampa.
.

No hay comentarios: