03 junio 2009

Más de lo mismo

Terminé de escribir el soneto. Me serví un trago. Salí al balcón de 2 X 2. -¡Soy genial, soy puro talento!- grité con todas mis fuerzas. -¡Cállate, imbécil!- se escuchó a la lejanía, desde la ennegracida noche, entre el repicar del granizo sobre las techumbres. -¡Cállate o te voy a matar!- otra voz, desde otro rincón, más grave pero menos nítida. -¡Auuu!- un rugido lastimero y femenino que se fue aplacando como si, con una púa, le hubieran atravesado el corazón. Ladridos. El peculiar sonido de una garrafa al explotar contra el asfalto. -¡Puta! ¡Reputa!- dijo un viejete-¡Desgraciados! Estalló un portazo.
.
Más de lo mismo, soy un genio, la octava maravilla, pero como siempre la gente está muy ocupada, ensimismada o distraída, la gente no se da cuenta, no me ve.
Entré empapada de resoplidos y lluvia, me senté y volví a tomar mi birome.

1 comentario:

Erik Fernández Farfán dijo...

querida...gusto de saludarla...revisando mis entradas antiguas ...

La encontré

La encontré...asustada,
la mirada desbocada oyendo voces del olvido...
La encontré con ojos grandes, silbidos de lluvia
acechando sus gemidos...
La encontré...
su respiración agitada,
le hice un gesto, no me vió...
sus miedos no la dejaron...
pero ahí estuve...no la soñé.
La encontré.