18 junio 2009

Anecdota medieval

Ella era el aroma seráfico, un obsequio de la beldad para cautivar y degustar en el empíreo pero un fenómeno impetuoso y libidinoso se apoderaba de Augusto Lucio, la lascivia se desbordaba en él, un vendaval de lujuria lo rodeaba como un huracán y lo tenía como maniaco delirante de pasión. Entregado a la crápula permanente debilitó su cuerpo pero, a la vez, excitó su voluptuosidad y timidez impidiéndole así reprimir los impulsos que lo incitaban a profanar la aureola de candidez de María Enriqueta.
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"¡Oh Dulce doncella! princesa de ternura angelical, grácil criatura, damisela hermosa de exótica silueta, de delicadas formas hechizantes, es mi propósito dedicar la tarde a libar vuestra vagina con el afán y vocación de un gourmet."

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Es imposible representar fehacientemente la sonoridad del sopetón por la palabra escrita.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

oye, el nombre del galan me recuerda a las telenovelas venezolanas no parece un personaje de la epoca medieval.

MTK

Anónimo dijo...

¿Ahora sí?

Angelica Jensen dijo...

Me lo imagino.....