15 junio 2009

Discordancia

Del otro lado del espejo, los pensamientos son eternos. Cuando el otro, mi otro pensamiento, ve salir de sus orejas lindas burbujas centelleantes capaces de deformarse incansablemente para no reventar: sueño. Es buena práctica en aquel mundo donde las únicas tareas posibles son las artes. Las burbujas se retuercen y dansan hasta formar un pequeñísimo trozo de papel (conocido también como: Ilusión) que sólo el pensamiento puede distinguir. Sobre este pequeño trozo de papel encuentro todo aquello que mis sueños necesitan logrando así crear grandiosas obras de arte. De ese lado del espejo, tengo diversas e inagotables manantiales de inspiración. La magia está presente en todo el mundo, cada ser es mágico y portador de una historia más o menos legendaria. Del otro lado del espejo, también he visto hadas y príncipes, todos minúsculos, y que apenas se distinguen, pero los seres de este mundo-real no logramos ver todo lo deseado, portamos un ennegrecida venda que nos impide maravillarnos de todo lo banal. Anhelo aprender a tener cuidado en ello, a admirar todo con los ojos de un niño encantado, a fascinarme con el cantar de los pájaros, a ilusionarme con una puesta de sol. A amar las pequeñas y grandes cosas, a omitir las quejas, a degustar cada bocado como si esta fuera la primera, última y única vez.

No hay comentarios: